Cómo mantener la motivación después de las primeras semanas
Share
🔁 1. Recuerda que no siempre vas a estar motivada (y no pasa nada)
La motivación va y viene. No es una señal de que debas rendirte, sino de que necesitas nuevas formas de sostenerte.
Cuando no hay motivación, lo que te mantiene es la intención, la conexión con tu “para qué”.
💭 Pregúntate: ¿Por qué empecé esto? ¿Cómo quiero sentirme?
🧩 2. Cambia el enfoque: del resultado al proceso
Si solo te fijas en la báscula o en cómo te queda la ropa, perderás motivación rápido.
Pero si prestas atención a otras cosas que han cambiado —como tu digestión, tu energía, tu estado de ánimo o tu forma de hablarte—, verás que sí estás avanzando.
El progreso real no siempre se ve en el espejo. A veces se siente por dentro.
📅 3. Crea una rutina amable y flexible
No necesitas hacer lo mismo cada día. De hecho, la rigidez agota.
-
Si un día no puedes moverte, haz una pausa suave
-
Si no te apetece cocinar, hazlo más simple
-
Si te sales del plan, vuelve sin culpas
La flexibilidad es tu aliada, no tu enemiga.
📖 4. Anota tus logros pequeños
Muchas veces olvidamos todo lo que sí hemos hecho.
Empieza a registrar tus avances, aunque parezcan mínimos:
-
“Hoy me moví 10 minutos”
-
“Elegí fruta en vez de ultraprocesado”
-
“Me hablé con más cariño”
-
“Dormí mejor”
Verlo por escrito te recuerda que sí estás cambiando.
🧘♀️ 5. Crea tus propios rituales de reconexión
Cuando te sientas desmotivada, ten a mano pequeños rituales que te ayuden a volver a ti:
-
Leer tu cuaderno de progreso
-
Ver una foto tuya donde te sientes bien
-
Escuchar una canción que te levante el ánimo
-
Respirar profundo y repetir: “Estoy en el camino, y eso es suficiente”
La motivación no siempre está. Pero tú sí puedes estar, para ti.
💬 Conclusión
No necesitas estar motivada todos los días. Solo necesitas seguir eligiéndote.
El cambio verdadero no es lineal, es un baile entre avances, pausas y reencuentros contigo.
Y en ese baile, cada vez que decides continuar con amor y paciencia, estás ganando.
En Método 40 Días, no buscamos perfección. Buscamos constancia suave, conexión real y procesos que se sostienen con alegría.